martes, 5 de abril de 2011

Abusos y el "todo vale"

La definición que hace el Tribunal Supremo de los becarios aclara que tiene como finalidad primaria facilitar el estudio y la incorporación del becario y no la de beneficiarse de los resultados y frutos de los estudios realizados anteriormente por éste a la persona que la otorga. Sin embargo los medios de comunicación usan esta figura como una relación laboral encubierta. Un fraude masivo que reporta considerables réditos a las empresas.

Según la Federación de Sindicatos de Periodistas alrededor de un 40% de la producción periodística está realizada por trabajadores sin ninguna cobertura laboral. En la prensa no diaria, alcanza el 90%. En relación a las prácticas, una encuesta realizada por la Asociación de Prensa de Madrid cifraba en un 79% los profesionales recién licenciados que manifestaron haberlas realizado. Únicamente el 9,4% de ellos han accedido por esa vía a un puesto de trabajo. El resto ha sido aprovechado como mano de obra gratuita.

Sin duda, el hecho de que sean unos 3.000 los periodistas los que trabajen en la actualidad con unas condiciones dignas, y que todos los años se licencien un número aproximado, permite a las empresas imponer el "todo vale". Son sabedoras que, con la complicidad de una regulación laxa, tienen a cuantos periodistas quieran dispuestos a venderse a la baja.

En este sentido es muy aclaratorio el sincero post que publicó Maruja Torres, a cuento de unos reportajes del diario donde ella escribe, El País, sobre la precariedad en los jóvenes: “tiene narices que en los periódicos, en donde se da uno de los índices más altos de explotación y falta de futuro, se denuncien estas cosas como ajenas”. Carlos Fernández Lozano.

viernes, 1 de abril de 2011

Refundación del modelo de negocio

El diario The New York Times comenzó el 28 de marzo a cobrar por acceder a sus contenidos en Internet, algo que ya puso en marcha en 2005 con escasos resultados. El precio será de unos 25 euros mensuales. En España, desde hace algún tiempo, Unidad Editorial (empresa editora de El Mundo y Marca, entre otros) también tiene disponible un formato virtual de pago (aunque sus páginas webs clásicas siguen siendo de libre acceso). Estos intentos no son más que la agonía de una forma determinada de entender la información y su comercialización.

Los grandes grupos de comunicación se han visto desbordados por la oportunidad que ofrecía Internet de adquirir los mismos contenidos con una calidad similar. Ya sea en papel o en formato digital, para plantearse y justificar el cobro, los medios deberían ofrecer un valor añadido a la información. Esto se consigue con calidad, análisis, investigación o independencia. Pero para ello, también es necesario tener a los profesionales adecuados. Además no hay que olvidar la publicidad como importante fuente de ingresos.

Lo que está en peligro no es el periodismo, sino unas grandes empresas y su modelo de negocio en torno a él. Quizás la solución sea una refundación del sector, pasando de unos grupos de comunicación extraordinariamente grandes y que tienden a la concentración, a una mayor diversificación, entidades más pequeñas y viables y con una labor más cercana al ciudadano. Todo ello, a la vez que se conseguiría una mayor pluralidad. Carlos Fernández Lozano.