sábado, 26 de marzo de 2011

Energía nuclear, no

El terremoto y el posterior tsunami ocurridos en Japón han ocasionado graves y peligrosos daños en la central nuclear de Fukushima. El Gobierno japonés ha intentado desde un primer momento ocultar la verdadera dimensión de lo sucedido. Sin embargo, ha trascendido que los niveles de radiación en la zona se han elevado entre 300 y 1.000 veces por encima de lo permitido y hubo que evacuar a una población de 45.000 personas. Estos acontecimientos deben servir para llegar a la decisión de abandonar definitivamente este tipo de actividad.

Es apremiante fomentar e impulsar energías renovables que sean sostenibles para el medio ambiente y que acaben con tristes sucesos como los ocurridos estos últimos días en el país nipón. Es un hecho que las energías limpias, las renovables, no crean problemas de seguridad nacional. Y en caso de desastres no añaden un problema más a una población ya fuertemente afectada por la fuerza de la naturaleza. La energía nuclear no se puede circunscribir en un modelo energético razonable, seguro y sostenible. Aunque la obligación en estos momentos es mantener a salvo a la población local y minimizar los daños, el siguiente paso debe ser la concienciación definitiva de los riesgos inherentes que conlleva la energía atómica. Por todo ello lo conveniente sería un abandono progresivo pero urgente de las centrales nucleares evolucionando hacia una producción de origen renovable. Los Gobiernos deben comprender que es necesaria una apuesta mayor y definitiva por las energías limpias que hagan de este planeta algo más habitable. Carlos Fernández Lozano.

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